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Nosotros

El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) -creado el 21 de febrero de 2011 por la ley Nº 20.502-, está radicado en el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, y es la entidad del Gobierno de Chile, responsable de:

  • Elaborar y ejecutar políticas de prevención del consumo de drogas y alcohol
  • Ejecutar políticas en materia de tratamiento, rehabilitación e integración social de las personas afectadas por el consumo de drogas y alcohol
  • Elaborar una estrategia nacional de drogas y alcohol

El Área de Prevención y Promoción tiene como tarea principal diseñar, asesorar y monitorear la implementación de programas preventivos del consumo de estupefacientes, sustancias psicotrópicas e ingesta abusiva de alcohol, basados en la mejor evidencia científica disponible, que promuevan el desarrollo integral de las personas, sus familias y la comunidad, anticipándose a la aparición de conductas de riesgo, fortaleciendo factores protectores y disminuyendo los factores de riesgo asociadas a ellas.

PREVENCIÓN se entiende como un conjunto de procesos que estimulan el desarrollo integral de las personas, sus familias y la comunidad, anticipándose al problema de consumo o trabajando con y desde el problema, evitando la conducta de consumo, fortaleciendo factores protectores, disminuyendo factores de riesgo personales (en niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos), familiares y colectivos y promoviendo el desarrollo de culturas preventivas (SENDA, 2019). El objetivo principal de la prevención es contribuir a que niños, niñas y jóvenes, eviten o retrasen el inicio del uso de sustancias psicoactivas.

Para que las acciones, estrategias y programas tengan resultados en prevenir el consumo de sustancias, es necesario considerar que la prevención es un proceso:

Participativo, involucrando a todas las personas y comunidades independiente de sus características individuales.

Continuo, en donde las actividades se desarrollan bajo una lógica progresiva, a lo largo de todas las edades.

Planificado, estableciendo objetivos claros de cada actividad y que puedan concatenarse a través del tiempo.

Coordinado, mediante la interacción y ejecución de acuerdos con encargados y actores clave de la comunidad educativa – padres, madres y adultos cuidadores en la familia; docentes y asistentes de la educación en establecimientos educacionales-teniendo siempre la participación de los estudiantes en el centro del trabajo.

Sostenido en el tiempo, dado que se obtienen mejores resultados mientras más permanentes son las acciones de prevención en una comunidad.

Las estrategias, iniciativas y programas de prevención dan cuenta de una comunidad comprometida en el cuidado de sus niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Las estrategias de prevención pueden implementarse en diferentes niveles:

UNIVERSAL Dirigidas a toda la población, sin distinción de riesgo, orientada al desarrollo de culturas preventivas para evitar el consumo de alcohol y otras drogas y/o retrasar la edad de inicio de éste.

AMBIENTAL Tiene por objetivo modificar las condiciones ambientales, culturales, sociales, físicas y económicas inmediatas que median las decisiones que toman las personas sobre el uso de drogas.

SELECTIVA Dirigidas a personas, grupos, comunidades y/o sectores de la población, tendientes a evitar el consumo y el consumo de riesgo de drogas y alcohol, atendiendo a la confluencia de condiciones y/o factores de riesgo específicos que estos presentan.

INDICADA Dirigidas a personas que presentan una alta confluencia de condiciones o factores de riesgo, atendiendo a sus condiciones particulares de vulnerabilidad para evitar el consumo de riesgo de drogas y alcohol, o la cronificación de éste.

Se reconoce al establecimiento educacional como parte de un entramado social y como un espacio privilegiado para la prevención de conductas de riesgo, que contribuye al bienestar de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

El contexto escolar permite abordar la prevención del consumo de sustancias y la promoción de estilos de vida saludables desde Educación Parvularia a Educación Media.

El posicionamiento territorial de los establecimientos educacionales, la participación comunitaria, la generación de oportunidades y la inclusión, son algunos de los elementos que facilitan el desarrollo de estrategias de prevención, a través del acompañamiento de las trayectorias educativas de los y las estudiantes.

Entre más involucrados estén los distintos actores de la comunidad educativa y su entorno (instituciones, profesores, apoderados, entre otras), existirán mayores probabilidades de promover el bienestar en los niños, niñas y adolescentes y jóvenes.

Los programas de Prevención Escolar son parte de la estrategia de la prevención universal de SENDA, y contribuyen a mejorar la calidad de vida de vida de los y las estudiantes promoviendo su bienestar a través de acciones de prevención que buscan fortalecer factores protectores y disminuir los de riesgo, a fin de evitar el consumo de alcohol y otras drogas en población escolar.

El objetivo es garantizar que niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos tengan la oportunidad de llevar una vida sana y segura en múltiples escenarios debe ser abordado por un sistema integral, que requiere de la participación y coordinación de los diversos actores clave para el logro de este objetivo.